
¿Cuáles son las dificultades del aprendizaje?
Existen muchas definiciones de dificultades y de trastornos de aprendizaje. Para el caso de los trastornos del aprendizaje, las definiciones más usadas y de mayor aceptación son las que traen los manuales de clasificación diagnóstica, que son en esencia las guías que usan los profesionales en salud. Estos profesionales reciben un entrenamiento que les ayuda a identificar signos que pueden indicar un trastorno, y a diferenciar trastornos similares. Adicionalmente hay una serie de pruebas que se han desarrollado y validado para ayudar en el proceso de diagnóstico de un trastorno. Esto, de alguna manera, nos pone en un terreno en donde “teóricamente” es fácil identificar un trastorno de un aprendizaje en una niña o niño. Decimos “teóricamente” porque todo criterio diagnóstico tiene una serie de matices importantes, y también porque la escogencia de las pruebas para orientar el proceso diagnóstico debe ser apropiada para la edad, cultura, entorno de quien es evaluado. Para el caso de las dificultades, el espectro es aún más amplio, porque la dificultad es un concepto que varía de persona a persona. Lo que alguien percibe como una dificultad puede no ser una dificultad para otra persona. Pero lo cierto es que cuando alguien (de la familia, personal educativo o de salud) levanta una alerta sobre el aprendizaje de una niña o niño… ¡Lo responsable es prestar atención!
Es necesario entender que las dificultades del aprendizaje no se generan en la niña o el niño mismo (como sí ocurriría por ejemplo en una enfermedad como la apendicitis) ni en el entorno (como ocurriría por ejemplo en el maltrato infantil), sino en la interacción entre la niña o el niño y su entorno.